Lifetime presenta la segunda temporada de #AvísameCuandoLlegues (#TextMeWhenYouGetHome), la serie de crímenes reales de casos de mujeres que fueron secuestradas, atacadas e incluso asesinadas mientras estaban solas realizando sus actividades cotidianas como salir de compras, regresar de una fiesta o ir camino al trabajo.
Los episodios se transmitirán de lunes a viernes a partir del 4 de marzo y contarán estremecedoras historias a través de emotivas entrevistas, acompañadas de recreaciones, mensajes de texto reales, registros telefónicos y otras pruebas. Cada episodio se desarrolla como una novela policíaca donde se investigan a todos los sospechosos para intentar atrapar al autor de los hechos.
Como parte del compromiso de Lifetime para crear conciencia social y generar conversación sobre la prevención de la violencia hacia la mujer, el jueves 28 de febrero Lifetime realizó una conferencia de prensa virtual para la prensa latinoamericana en que participaron Shulamit Graber, destacada psicóloga, conferencista internacional y escritora; Ana Helena Saldaña, la joven mexicana sobreviviente de un ataque con ácido en su rostro y hoy activista; Fabiana Tuñez, especialista argentina en políticas públicas en violencia de género, nominada entre las 100 mujeres destacadas en el mundo en la lucha contra la violencia por ONU Mujer; y Martha Andrea Romero Reyes, Coordinadora del Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género y del Programa de Prevención del Delito Futuro Colombia de la Fiscalía General de la Nación.
Según los datos estadísticos presentados por cada país, las cifras de feminicidios resultan alarmantes. Durante 2023 en Chile hubo 101 casos, en Argentina 334, en Colombia 525, en México 848 casos y en Brasil 2301, sin contar la desaparición de mujeres que, al no ser encontrados sus cuerpos, no son consieradas en estas cifras de feminicidios.
Durante el encuentro con los medios la primera en exponer fue la activista mexicana Ana Helena Saldaña, quien tras sobrevivir a un ataque con ácido en su rostro el 12 de noviembre del 2018 en la Ciudad de México, ha convertido su caso en una bandera de lucha para lograr un cambio en las leyes de su país para que estos delitos fueran tipificados y condenados por la justicia.
“Cuando conozco a Carmen Sánchez, que en aquel entonces ya llevaba una lucha de 5 años tratando de ser escuchada y siendo completamente ignorada por todas las entidades jurídicas de este país. Y es cuando yo me doy cuenta de que esto es un problema, pues que no solamente me está sucediendo a mí, que seguramente había otras víctimas. Que no solamente habían pasado por el infierno que es sobrevivir un ataque con ácido, sino que también estaban enfrentándose a un sistema que no contemplaba en la ley estos casos ni tampoco nos ofrecía herramientas para defendernos ante una situación como ésta, es cuando me reúno con un equipo y empezamos a platicar sobre cuáles eran las opciones para poder hacer un cambio real. A mí no me interesaba como tal arreglar la situación para beneficiarme a mí. Lo que más me importaba era poder hacer un cambio que realmente pudiera ayudar a otras víctimas, no solamente en mi caso. Quería traer conmigo a todas las que estuvieran pasando una situación parecida y es así como empieza la lucha y la construcción de esta ley ácida. El 21 de noviembre de 2019 es aprobada en el Congreso local y al menos en la Ciudad de México es ley”, expuso Ana Saldaña.
Fabiana Túñez, quien fuera directora ejecutiva del Instituto Nacional de Mujeres en Argentina y experta en temas de violencia de género agregó que “Necesitamos profundizar políticas públicas. La temática de violencia de género no está considerada como debería considerarse para llevar adelante políticas públicas indispensables para poder empezar a erradicar la violencia de género, y cuando digo empezar lo digo, porque erradicar la violencia de género nos va a llevar mucho tiempo”.
Para Martha Romero, Coordinadora del Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género y del Programa de Prevención del Delito Futuro Colombia de la Fiscalía General de la Nación, es muy importante tener en cuenta una metodología de caracterización de agresor y de víctima.
“Esas caracterizaciones de agresores machistas, el ejercicio del control, del poder, del dominio, es lo que nos empieza a hacer sentir que efectivamente tenemos que empezar a indagar. Si efectivamente tenemos personas que, a través de ese control, de ese ejercicio de poder, pueden estar siendo sometidas, ahí empezamos a caracterizar a nuestros agresores. En Colombia estamos trabajando mucho en empezar a identificar este tipo de situaciones, no solamente el agresor, sino también el perfil de la víctima. Ese perfil de sumisión, de persona que invisibiliza y después claramente se crean unos contextos en donde se sale de las manos, ciclos de violencia donde ya nuestras mujeres tienen que pedir ayuda. Podemos empezar a pensar que una mujer puede estar en riesgo cuando tiene una relación de sumisión, de control de poder, no solamente sobre ella, sino sobre su entorno o sobre su grupo familiar. Entonces ahí es donde empezamos a identificar esas situaciones de esos perfiles de los agresores. Pero también asociadas a las características de las víctimas. Entonces, el perfil del agresor sí me sugiere que tengo una alerta, pero el perfil de la víctima me puede complementar esa investigación dándome a entender que tiene características de vulnerabilidad. Esta víctima va a ser mucho más fácil que se continúe o se perpetúe esa agresión”, comentó la experta de Colombia.
La Psicóloga mexicana Shulamit Graber, quien ha trabajado con personas que han sido violentas o que han vivido violencia, agrega a la conversación que las situaciones de violencia son parte de una relación de desigualdad, y que hoy tienen mucho que ver con la cultura patriarcal y el poder.
“Es esta normalización de estructuras patriarcales como que el hombre sólo por ser varón tiene ciertos derechos y se sigue normalizando las jerarquías de poder y los roles de género establecidos por la sociedad, y justamente, para poderla detectar tenemos que estar mucho más atentas como sociedad a estos cambios de comportamiento en las personas. Por ejemplo, cuando sentimos que hay miedo, cuando hay angustia, cuando hay ansiedad, cuando se aíslan, cuando vemos algún golpe o una lesión, es entonces cuando nosotros mismos tenemos que ayudarles a sacar la voz a estas personas que han sido víctimas de violencia”, explicó la psicóloga mexicana.
Asimismo, se refirió a la importancia de saber que la violencia se define como cualquier acto que resulte de un daño físico, sexual o psicológico, entre los que se incluyen amenazas o acción, aspiración de libertad, tanto a nivel público como privado.
“No solamente porque sea algo privado, no tiene el peso que tiene lo público. Esto es muy importante”, enfatizó Shulamit Graber.
En relación al proceso de sanación cuando una persona es víctima de un acto de violencia y cómo volver a la vida, la psicóloga habló sobre el antes y después.
“Me parece que hay 6 puntos importantes que tenemos que tomar en consideración. El primero: la vida no te define lo que te pasa realmente, sino lo que haces con lo que te pasa. El silencio es el cáncer de la violencia. Tenemos que ayudar a sacar nuestra voz y poder hablarlo. El cerebro únicamente, reconoce bajo dos principios. Bajo la palabra hablada y bajo la palabra escrita. El segundo punto es que tenemos que entender que esa no es nuestra identidad. Nada ni nadie agota tu identidad. Tú siempre eres más que lo que viviste y todas somos más que una mujer abusada, más que una mujer secuestrada, más que una mujer con algún defecto físico, eres más que eso. Tenemos que tener mucho cuidado en que eso no destina nuestra identidad, sino que siempre recordemos que somos más que eso. El siguiente punto. Es que una experiencia traumática nos obliga a pasar por un proceso que yo le llamo las 3 erres. Tenemos que reparar lo que vivimos con nosotros. No vamos a encontrar la justicia fuera, aunque yo sé que tratamos de buscar justicia, pero no siempre vamos a encontrar al Perpetuador. Entonces tenemos que reprogramar la justicia dentro de nosotros, reparar con nosotras y con nuestra vida. Tenemos que resignificar lo vivido. Yo considero que tenemos la obligación de reinventarnos. ¿Cómo va a ser mi vida a partir de ahora? ¿Cómo voy a hacer que esto me catapulte y potencialice en una oportunidad de crecimiento? ¿Por qué? Porque voy a elaborar lo que viví, lo voy a procesar, lo voy a resignificar y lo voy a acomodar. Y este es un proceso que sí o sí es responsabilidad de quien lo vive. Y a ver, entiendo la palabra víctima. Sí, somos víctimas muchas veces de violencia. Pero hacer este proceso de sanación sí es responsabilidad de quien lo vive y no se lo podemos adjudicar a nadie más. Tenemos que hacernos responsables de nuestra experiencia y de lo que hoy elegimos hacer con ella, porque la vida sigue y esa es la única forma de seguir vivas”.
Dentro de las recomendaciones para evitar que las mujeres sean víctimas de violencia las expertas dieron sus puntos de vista.
“Yo aconsejaría cuidarnos. ¿Qué quiere decir? Vivimos en un mundo peligroso, cuidémonos cómo vamos acompañadas, quién nos acompaña. Tener muy a la mano estas cosas que hay hoy, como como el número de emergencia, el botón que puedo apretar y pedir ayuda. No corramos riesgos de más, pero tampoco vivamos de menos”, dijo Shulamit Graber.
Para Martha Romero de Colombia, uno de los puntos importantes para la Fiscalía donde se trabaja la prevención del delito es prevenir la violencia intrafamiliar.
“Uno de los consejos que inicialmente tendría que darles a muchas de las mujeres es que nos toca primero empezar a trabajar en nuestros niños y en esas nuevas masculinidades que nosotros empezamos a implantar desde que ellos son pequeños esas ideas de disminución de la mujer. Esas ideas en que probablemente que hay unas tareas que son para mujer y otras para hombre. Yo creo que, en este momento, ya que estamos viviendo en otra época, estas ideas no pueden caber. También hay que estar muy alerta a todos esos signos de cuando tenemos familiares o personas cercanas se ausentan, se callan, se aíslan y cuando vemos que nuestras mujeres son muy permisivas con sus parejas, esos son criterios sospechosos de esa violencia intrafamiliar, sobre todo acá en Colombia. Entonces sí muy importante estar muy atentos a los cambios que puedan tener nuestras familias, trabajar mucho en nuestros niños e invertir también mucho tiempo en empezar a informarnos A dónde puedo ir y dónde puedo pedir ayuda”.
Para la especialista argentina Fabiana Tuñez es importante que no se instale el silencio.
“El tema es cómo hablamos, con quién hablamos. Fundamentalmente poner en palabras lo que nos está pasando. A veces puede ser en la justicia, a veces puede ser dentro del círculo íntimo, a veces con una amiga. Es importante poner en palabras lo que nos pasa. Una vez que le sacamos ese poder que el agresor tiene, podemos empezar a rearmar nuestro proyecto de vida, porque de la violencia se puede salir”.
Para la sobreviviente y activista mexicana Ana Saldaña es fundamental construir una red de contención que sea cercana.
“Una red que nos acompañe, que nos respalde, en la que estemos en comunicación constante, con una confianza absoluta de compartir cualquier situación que se esté suscitando en nuestro entorno. Mantenernos con los ojos abiertos sin subestimar estas famosísimas “red flags” que podemos este ver o sentir en cualquiera de nuestros entornos, llámese en un ambiente familiar, en casa, con familia, amigos, trabajo en el momento en el que ese inconsciente, esa vocecita dentro de nosotros, que nos dice que algo está mal. Eso es por algo no está bien, es porque tenemos un sentido de protección que está dándonos esa información y, a veces, es muy fácil ignorarla pensando que estamos exagerando, que tal vez este no es nada importante, que estoy imaginando cosas. Seamos mujeres conscientes con los ojos bien abiertos, de no dar por estimado nada, de cualquier cosa que nos parezca que podría ponernos en riesgo. Siempre tener la capacidad de identificarla y, sobre todo, de comunicarla, de levantar la voz, de usar la voz para poder expresar cualquier situación que pudiera ponernos en riesgo con ese mismo grupo de contención al que me refiero”.
#Avísame Cuando Llegues
#TextMeWhenYouGetHome se convirtió en un movimiento viral mundial tras la muerte de Sarah Everard en 2021 en el Reino Unido. El hashtag despertó la conciencia global e impulsó una conversación en torno a la vulnerabilidad y la falta de seguridad que sienten las mujeres cuando están solas.
La serie está producida por AMS Pictures, con Andy Streitfeld como productor ejecutivo, Brad Osborne como director creativo y Kim Clemons como showrunner. Amy Winter y Nicole Vogel son las productoras ejecutivas de Lifetime. En su versión en inglés la narración de esta segunda temporada estuvo a cargo de la destacada actriz y activista contra la violencia, Ashley Judd.
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