A medida que avanza la tecnología también surge la presión sobre las personas de alcanzar ideales de belleza impuestos por la sociedad. De acuerdo con un informe de Dove, la marca de Unilever que ha trabajado por más de 10 años impulsando la autoestima en Colombia de más de un millón de niños, niñas u adolescentes para que vean en su belleza y autenticidad una fuente de confianza y no ansiedad, más de un tercio de los adolescentes pasan tres horas al día (o más) navegando por sus redes sociales, siendo las niñas y mujeres las más expuestas a consejos tóxicos en redes sociales sobre el “deber ser” de su apariencia física y belleza.
De igual forma, en su más reciente estudio de 2024 se destacó que casi 9 de cada 10 mujeres y niñas aseguraron que se sienten expuestas a contenido de belleza tóxico en línea y 1 de cada 3 siente la presión de alterar su apariencia por lo que ve en línea, aun sabiendo que puede ser falso o generado por IA.
En esta situación el acompañamiento de padres, docentes y cuidadores en general es fundamental para guiar a niños, niñas y adolescentes en el fortalecimiento de su autoestima Su rol es fundamental para promover la belleza real y dejar de lado los estigmas sociales, estereotipos y la distorsión digital de la apariencia en redes.
Para esto a continuación se presentan algunos consejos que pueden dar a los niños, niñas y adolescentes con el objetivo de que aprenden de manera autónoma a cuidar del contenido en redes sociales que pueda afectarles:
- Fomentar conversaciones significativas: es esencial mantener diálogos con seres queridos y círculos de apoyo que resalten los aspectos que en realidad deben valorarse en la cotidianidad. Esto permitirá obtener beneficios que contribuyan a tener una mayor confianza corporal, mejor salud física y mental, que permita construir relaciones más satisfactorias.
- Priorizar cuentas positivas en redes sociales: al ser usuarios frecuentes de plataformas como Instagram y TikTok, es fundamental seguir cuentas que refuercen la autoestima y promuevan una visión saludable del cuerpo e imagen personal. Por otro lado, dejar de seguir o ignorar aquellas cuentas que generen malestar puede ser una acción clave para reducir comparaciones innecesarias.
- Entender la realidad detrás de las imágenes: en línea con el anterior, es importante recordar que muchas de las fotos que aparecen en anuncios y redes sociales están digitalmente mejoradas. Por ello, priorizar el seguir a personas auténticas en lugar de alimentar la tendencia de compararse con imágenes irreales.
- Evitar escuchar consejos de belleza tóxicos: es importante el no seguir y rodearse de personas que promuevan la idea de que no son los suficiente hermosos sin un consumo masivo de productos o modificaciones corporales. Aprender a agradecer y apreciar el cuerpo por todo lo que ha vivido y logrado mejorara la percepción propia.
- Ser conscientes del impacto de los filtros: la mayoría de las personas en las plataformas digitales solo comparten sus mejores fotos, las cuales son cuidadosamente seleccionadas, editadas y filtradas. Los filtros, además de alterar la apariencia para cumplir con estándares de belleza poco realistas, eliminan las imperfecciones para modificar los rasgos físicos.
Al promover hábitos de autocuidado entre niños, niñas y adolescentes basados en que la belleza ideal es la real, se podrá contribuir a construir una autoestima verdadera y sostenible en el tiempo que no se base en compararse con los demás. Con esto, los niños, niñas y adolescentes podrán reconocer de manera positiva sus cuerpos y así desarrollar su potencial sin miedo a nada, viendo la belleza como fuente de felicidad y no de ansiedad.
Información e imágenes: Prensa DOVE
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