FRAKTA: la icónica bolsa de IKEA ya supera las 97 mil unidades vendidas en Colombia

 Con más de 30 años en el surtido global, la FRAKTA se consolida como un verdadero símbolo de la marca. Su historia y funcionalidad la han convertido en un fenómeno cultural que va mucho más allá de ser solo una bolsa para llevar compras. En Colombia, en lo que va de 2025, ya se han vendido más de 97.000 unidades. 

Solo en las tiendas de Envigado (en el Viva Envigado) y Bogotá (en Mallplaza NQS) se concentra el 82% de estas ventas, con un promedio de 3.000 bolsas comercializadas cada semana. “La FRAKTA es un reflejo de los principios que guían todo lo que hacemos: productos funcionales, con diseño, asequibles, sostenibles y de calidad”, afirmó Paula Herrera, gerente tienda IKEA Mallplaza NQS.

 

La FRAKTA nació como respuesta a una necesidad sencilla pero muy importante: que las personas tuvieran una forma práctica de llevar sus compras, tanto dentro de la tienda como a casa. En los años sesenta, cuando nadie pensaba en crear bolsas reutilizables, el fundador Ingvar Kamprad ya iba un paso adelante. Observó que muchos clientes cargaban artículos en los brazos o incluso los dejaban en el camino por lo incómodo que resultaba. Con el objetivo de resolver esta situación, diseñó la FRAKTA: una bolsa grande y versátil que podía llevarse al hombro, en la mano o colgada de un carrito. Su nombre, que en sueco significa “transportar” o “cargar”, refleja exactamente su propósito: llevar lo que se necesite, sin importar el peso.

 

“Primero nació la bolsa amarilla, pensada para facilitar las compras dentro de la tienda. Pero muy pronto se desató la confusión: en las cajas era difícil distinguir cuáles habían sido pagadas y cuáles no. La solución fue crear una versión en otro color, que los clientes pudieran comprar a un precio muy asequible y llevar a casa. Así surgió la FRAKTA azul. Hoy en día, la amarilla sigue siendo de uso exclusivo dentro de la tienda, mientras que la azul está a la venta”, explicó Herrera.

 

Con los años, la FRAKTA se ha transformado en un lienzo de creatividad global. Ha inspirado versiones caseras, colaboraciones con marcas de lujo e incluso usos inesperados, como cuando en Nueva York los dueños de perros grandes comenzaron a adaptarla para cumplir con la norma que exigía llevar a las mascotas en una bolsa dentro del transporte público.

 

En la primavera de 2017, una reconocida marca de moda de lujo lanzó una bandolera de cuero arrugado cuyo diseño resultaba sorprendentemente similar al de la bolsa FRAKTA. En un inicio, medios y expertos especularon si se trataba de una coincidencia o un error, pero más tarde el propio diseñador confirmó que se había inspirado en la icónica bolsa azul.

 

Desde la llegada de IKEA a Colombia hace dos años, la FRAKTA ha demostrado que es mucho más que una bolsa: se ha consolidado como un producto distintivo de la marca y un símbolo que conecta con la vida cotidiana de los colombianos. Hoy es, además, uno de los artículos más vendidos dentro del surtido de más de 6.000 productos que ofrece la compañía en el país, un verdadero hito para IKEA en el mercado local.

Información e imágenes: Prensa IKEA