La actividad física, un reto social
El Día Mundial de
Actividad Física se celebra el 6 de abril en todo el mundo con actividades que
buscan promover la actividad física en todas las edades y diferentes entornos
para mejorar la salud.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS) [1]
a nivel mundial, uno
de cada cinco adultos no tiene un nivel suficiente de actividad física
necesaria para obtener beneficios para la salud. Uno de cada cuatro
adolescentes (entre 11 y 17 años) no realiza suficiente actividad física. Las
niñas, las mujeres, los adultos mayores, las personas con discapacidad y
enfermedades crónicas, las poblaciones marginadas y los pueblos indígenas tienen
menos oportunidades de mantenerse activos. Esto se debe, en parte, a la
insuficiencia de actividad física durante el tiempo de ocio y a un aumento de
los comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas.
El 23% de los adultos y más del 80% de los adolescentes en edad escolar no se
mantienen suficientemente activos.
En Colombia, tan solo el 26% de la
población entre los 13 y 17 años cumple con las recomendaciones de actividad
física, mientras el porcentaje sube en el rango entre los 18 y 64 años,
llegando hasta el 42,6 %. El 54% de las personas entre 18 y 64 años residentes
de zonas urbanas, cumplen con las recomendaciones de actividad física, siendo
los hombres quienes más actividad física realizan, 37% más que las mujeres. La
educación tiene una incidencia directa en el cumplimiento de estas recomendaciones,
con un porcentaje de personas que realizan actividad física 15% mayor en el
nivel superior de educación frente a quienes no tienen ningún nivel educativo2.
La Actividad Física
es un pilar fundamental en la promoción de salud, ya que además de tener un
impacto en la prevención de enfermedades no transmisibles, mejora la salud
cardiovascular, metabólica, osteo-articular, cognitivo y emocional; incrementa
el rendimiento académico en niños y en adultos, así como el relacionamiento
social.
El ejercicio
puede actuar como un desvío temporal del estrés diario. Cuando las personas
hacen ejercicio o se divierten haciendo actividades, no están pensando en las cosas
que están ocurriendo en su vida. Menos estrés también puede ayudarte a perder
peso porque muchas personas recurren a alimentos poco saludables para combatir
el estrés.
Samantha Clayton, AFAA, ISSA –
Vicepresidenta de Rendimiento Deportivo
y Educación Física Mundial, te comparte algunos consejos para hacer alguna
actividad física durante el día:
1- Cumple el tiempo mínimo de ejercicio todos los días: Lograr que el
cuerpo se mueva de forma regular es saludable, no solamente para logar tus
metas de composición corporal, sino también para promover la circulación y
mejorar tu bienestar general. Cuando mantienes las articulaciones en movimiento
con actividad física regular, es menos probable que experimentes pérdida de
movilidad y dolor de las articulaciones, que por lo general son causados por la
inactividad. Para lograr los beneficios de salud asociados con la actividad
física, es recomendable que realices un mínimo de 30 minutos de ejercicio al
día, cinco días a la semana. Por lo general, el primer paso es el más difícil,
pero una vez que la actividad física forma parte de tu rutina, los beneficios
saludables hacen que sea más fácil continuar. Aunque no puedas comprometerte a
hacer ejercicio por 30 minutos, hacer algo de ejercicio es mejor que no hacer
nada.
2- Mezcla el impacto: Es importante tratar de
mantener una densidad ósea saludable a medida que envejecemos, y recuperarla
después de pasar por un periodo sedentario prolongado. Realizar ejercicios que
sean de alto impacto por naturaleza, como caminar, correr o saltar, puede
ayudarte a mantener los huesos saludables. Alternar actividades de bajo
impacto, como nadar o andar en bicicleta, con actividades de alto impacto, como
correr y saltar, es la forma perfecta de asegurar que estás maximizando los
beneficios de salud ósea en tu rutina de ejercicio, y al mismo tiempo asegurar
que no estás generando demasiada tensión en las articulaciones. El mezclar tu
rutina puede ayudarte a evitar los dolores excesivos de las articulaciones y
prevenir el aburrimiento.
3-
Haz ejercicios en
casa y en la oficina: Hacer ejercicio en casa es la mejor manera de
comenzar ya que elimina las excusas de tener que trasladarse a otro lugar.
Divide la sesión de ejercicios en segmentos pequeños. Si resulta difícil
disponer de 30 minutos, entonces trata de hacer tres o más mini sesiones de
ejercicio. Está bien acumular el ejercicio a lo largo del día. En la oficina,
una caminata rápida luego del almuerzo, puede ser de mucha ayuda. Pídele a un
compañero de trabajo que te acompañe a un gimnasio y te dará la motivación
extra para no faltar. Si estás sentado todo el día, trata de tomar 10 minutos
para estirarte o caminar por la oficina. Esto puede mejorar tu nivel de energía
y aumentar tu concentración.
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