La Seguridad en Línea, un tema imprescindible en la agenda de los padres
A lo largo de estos últimos años, se ha
hecho un esfuerzo internacional para crear conciencia sobre la importancia de
respetar la privacidad, salvaguardar los datos y permitir la confianza dentro
del internet. Esto, porque con el acelerado avance de la tecnología, crear una
identidad o una huella digital se vuelve cada vez más sencillo, así como cada
día hay más violaciones a los derechos de la privacidad, los derechos autorales
y daños a la reputación.
La apertura y alto nivel de conexión
que se ha ido generando en esta nueva era digital trae con ella muchas
ventajas. Sin embargo, también es un riesgo para el ciudadano, en especial para
los niños y adolescentes. Pues bien, cada interacción en internet es un dato para
definir los usuarios, de ahí la importancia de proteger dicha identidad. La
huella digital ha convertido al ser humano en un ciudadano global lo que hace a
su vez lo expone a un nivel de riesgo mayor.
Imagen. Shutterstock
A partir de los 7 años el 90% de los
niños ya cuenta con un dispositivo, teléfono inteligente o tableta con acceso a
Internet. Además de esto, más del 52% de esta población dedica sus tiempos
libres a jugar con dichos dispositivos y más del 66% de ellos confirmaron que
las actividades que realizan en internet no tienen relación con sus estudios o
con actividades académicas educativas”, afirmó Conchita Jaimes, socia de EY
Colombia.
Es claro que la solución a este
problema no es aislarse del mundo digital, es aprender a darle un buen uso,
poner límites y aplicar la ética y los valores del día a día en internet. Los
niños y jóvenes están expuestos a las redes sociales, razón por la cual es
fundamental la educación frente al uso responsable de los dispositivos que
están permanentemente conectados a una red. Bajo este contexto, Conchita
Jaimes, confirma que los actores fundamentales de dicho proceso deben ser los
padres de familia, por lo que recomienda:
1. Limitar
el tiempo de uso tecnológico no productivo, con el fin de desarrollar
autocontrol frente a las nuevas tecnologías.
2. Vincular
los niños al mundo digital a partir de los cuatro años con acompañamiento, sin
darle un dispositivo propio. Desde los ocho años interactuar con esta
tecnología máximo dos horas al día.
3. Crear
una lista de acuerdos en torno al tema en conjunto con el niño/joven para que
no sea una imposición.
4. En la
formación de los hijos, crear y trasladar los modales y valores de los niños al
mundo digital, de forma que haya corresponsalía del comportamiento entre el
mundo físico y el mundo digital.
5. Hablar
de la importancia de proteger los datos personales, limitar la información que
se comparte y dar un manejo adecuado a la información que se consulta.
6. Crear
hábitos de ciberseguridad como un requisito inherente al uso de las tecnologías
y las redes sociales.
Finalmente, la tecnología por sí sola
no puede garantizar la privacidad de los datos personales. La responsabilidad
por la protección recae sobre los individuos autorizados y es importante tener
en mente que la tecnología es tan solo un complemento.
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