Derribando 10 mitos populares sobre embarazo y lactancia

 

La pregunta del millón es, ¿cómo podemos sentirnos nuevamente "nosotras" después de un embarazo? En esta etapa, todo alrededor de una mujer es distinto: rutinas, el ritmo de vida, el descanso (o la falta de éste), la forma de pensar, incluso hasta renuncias frente a momentos con las parejas y el cuidado personal. Adicional a esto, también se genera confusión y estrés por todas las recomendaciones que se reciben de amigas, abuelas, mamás y nanas. Sin embargo, después del embarazo (o durante), lo que una mujer siente no es una pérdida de identidad, sino una transformación en una mujer nueva y diferente y en este proceso es muy común olvidar cuidar y reconectarse con ellas mismas. 



Aquí te contamos algunas de las recomendaciones del Dr. Fabio Quijano, Ginecólogo y Obstetra, jefe de la unidad materno fetal de la Fundación Santa Fe de Bogotá y la experiencia de Carolina Cruz en sus dos embarazos para que disfrutes de esta nueva etapa cuidando de ti y resuelvas esas dudas que siempre surgen.

 

1.     El embarazo de niñas es más duro que el de niños 

A muchas mamás que sufren náuseas y molestias, antes de conocer el género del bebé, les auguran que será una niña. En la época de nuestras abuelas era muy común escuchar que “las niñas les robaban la belleza a sus madres y por eso las embarazadas ganaban más peso y su estado de salud no era el mejor”. Hoy, estas afirmaciones son tan sexistas como falsas y el aspecto de la gestante, su peso o su bienestar, nada tienen que ver con el género del bebé. El Dr. Fabio Quijano indica que,  sin importar el sexo del bebé, 85% de las embarazadas sufren de síntomas en el primer trimestre debido a los cambios hormonales propios del embarazo, el segundo trimestre es el más agradable y llevadero pero en el tercero, debido a la carga física por el crecimiento del bebe, aparecen síntomas nuevos y fuertes. 

En el caso de Carolina Cruz que es mamás de dos hombres, las molestias no aparecieron “eso tiene que ver mucho con cada organismo, con cada cuerpo y con la actitud de la mamá. Mis dos embarazos han sido muy tranquilos, nunca me han dado nauseas, nunca vomité; así que tengo los mejores recuerdos.” 

 

2.     Embarazada debes comer por dos 

¿Alguna mujer ha estado embarazada de un bebé con tamaño de adulto? Seguramente la respuesta es no, siendo así, no debería comer sin control. Como dice el Dr. Fabio, el embarazo no implica comer por dos, el incremento de peso depende del índice de masa corporal inicial, si este es normal (20 -24) lo ideal es un incremento de peso entre 10 y 14 kilos. Debido a los síntomas de nauseas, vomito reflujos y cambio en el gusto por las comidas en el primer trimestre se aumenta muy poco o nada, así que es en el segundo y, sobre todo, en el tercer trimestre es cuando más se sube de peso. Lo recomendable es un aumento de 200 calorías en el primer y segundo trimestre y 300 calorías en el tercer trimestre. 

 En el caso de la presentadora colombiana, su proceso estuvo acompañado por su médico que le recomendó comer muchas frutas, muchas verduras y bajarle al azúcar. 

 

3.     Trucos para acelerar el parto 

Desde comer picante hasta esperar a la luna llena o, no mantener relaciones sexuales, son alguno de los trucos populares. Pero, el Dr. Quijano comenta enfáticamente que ningún estudio medico ha demostrado que algún método en casa funcione para inducir el parto.

Lo ideal es tener a diario una caminata en las últimas semanas pues el movimiento de la pelvis al andar puede contribuir a que el bebé se “coloque”. Sin embargo, tampoco se puede decir que lo 'acelere'. Las únicas maneras de inducir el parto son en la clínica y mediante la administración de hormonas como la oxitocina y las prostaglandinas, el resto son leyendas populares.

 

4.     Alejarse de los gatos 

Mientras el gato sea doméstico y se conozca que su dieta es adecuada y se mantiene en un espacio aseado, puedes estar en contacto con la mujer en embarazo. Pero, es muy importante tener en cuenta que los gatos desconocidos y callejeros pueden ser portadores de algunos parásitos que pueden contagiar de toxoplasmosis, una enfermedad que causa malformaciones en el feto.

 Las dudas sobre el embarazo y las mascotas no son solo con los gatos, Carolina siempre ha estado acompañada de sus perros, por lo cual decidió preguntarle a su médico, el Dr. Quijano, para no poner en riesgo el bienestar del bebé: “al hacer la consulta me indicó que, como la mascota ya había estado tiempo atrás con la familia, en el embarazo ya yo le había pasado esas defensas al bebe. Así que podíamos estar tranquilos.”


 

5.     Prohibido hacer deporte durante la lactancia

 

Falso. El Dr. Fabio recomienda hacer ejercicio durante el embarazo (de curso normal y sin complicaciones). Pues esta actividad tiene numerosos efectos beneficiosos tanto físicos como en la salud materna: mejora la función cardiovascular y la calcificación de los huesos, ayuda a perder la grasa acumulada durante el embarazo, aumenta la fuerza y la flexibilidad muscular, estimula el sistema inmunitario, reduce el estrés y la ansiedad, aumenta la autoestima y produce sensación de bienestar. 

La práctica regular de ejercicio físico moderado en madres previamente entrenadas no tiene ninguna repercusión negativa en la composición ni en el volumen de la leche producida.  Y así lo vimos en las redes sociales de Carolina después de tener a su segundo bebé, “mi doctor me dejó hacer ejercicio sin ningún problema, ya después de haber revisado la cicatriz y saber que todo está muy bien -tanto por fuera como por dentro-, me dejó hacer mis rutinas y caminar asegurándome que nada interfiere en la lactancia”. 


 

6.     Durante el embarazo y lactancia hay que evitar los tintes de cabello

 

Si bien durante el embarazo los fabricantes advierten sobre el uso de tientes, posterior al parto es posible tinturar el cabello. Alrededor de este mito existen muchas versiones, sin embargo, hasta la fecha no hay un consenso médico que demuestre que le cause daños al bebé. 

Según la experta de coloración de Schwarzkopf “Efectivamente existen muchos mitos respecto al proceso de coloración durante y después del embarazo. Lo importante aquí es siempre validar con tu médico de cabecera, usar marcas de buena calidad y seguir las instrucciones al pie de la letra. Un mito muy común, es que no es recomendable tinturarse después del embarazo ya que el cabello se cae. Hay que tener en cuenta que, durante esta etapa, nuestro cuerpo sufre una descalcificación natural, esto hace que el cabello pierde fuerza y se caiga independientemente de si te tinturas o no. Por otro lado, muchas mujeres dejan de tinturar su cabello durante el embarazo y como resultado el cabello puede terminar con raíces muy largas, para eso, se recomienda asesorarse con un experto sobre las técnicas de aplicación antes de tinturarlo y nos recuerda que hay marcas como Schwarzkopf que ofrecen asesoría por WhatsApp (318 4723849) y pueden ayudar con este proceso.

 

Carolina decidió tinturarse en periodo de lactancia bajo la supervisión de su médico: “creo que a todas las mujeres nos decían que no debíamos tinturarnos, pero mi ginecólogo me indicó que podía hacerme el color del pelo sin ningún problema y que eso no afectaba la lactancia. Hacer este tipo de cambios ayuda a que nos sintamos mucho mejor con nuestra imagen en nuestro proceso post parto.”

 


7.     Están prohibidos todos los productos de belleza 

Estar al día en las tendencias de belleza durante el embarazo y después del parto, es una de las principales preocupaciones de las mujeres debido a los cambios que viven en esta etapa. Existen una serie de tratamientos estéticos o productos de belleza que no están permitidos durante la lactancia, pero hay otros que son seguros. Simplemente hay que revisar su composición e ingredientes y cerciorarnos de si están reconocidos como aptos para esta etapa. El Dr. Fabio asegura que la mayoría de productos cosméticos están permitidos en el embarazo, pero “ hay que tener en cuenta que existe clara evidencia de cuáles componentes los obstetras debemos evitar, por el riesgo de teratogenicidad (malformaciones), por eso es importante revisarlo junto a las pacientes, para así prevenir.”

  

8.     No se debe tomar café 

 Esta es una de las dudas más frecuentes que llegan al consultorio de el Dr. Fabio quien  comenta que el café no causa malformaciones, ni incrementa formalmente riesgos en el embarazo, pero como todo en el embarazo, debe ser consumido con moderación.  La mayoría de sociedades científicas permiten en promedio dos tazas de cafeína por día. Tomado con regularidad y a las horas apropiadas no tiene un efecto significativo en el embarazo o lactancia. 

En el caso de Carolina Cruz,  el ginecólogo le sugirió tomar un café al día descafeinado, “era el que me tomaba todas las mañanas durante mi embarazo. La recomendación fue tomar una bebida oscura, entonces tenía que escoger entre gaseosa, un té verde o un café. Yo escogía el café del desayuno y lo que hacia era tomarme media taza. Ahora que estoy en mi proceso de lactancia, el pediatra de mi hijo me dejó tomarme la misma cantidad de café que me tomaba en el embarazo”.

 

 

9.     Las madres son mejores cuidadoras que los padres 

Las responsabilidades del cuidado del bebé siempre han recaído sobre las mujeres. Se veía a los hombres como espectadores, incluso incompetentes en esta materia. Sin embargo, hoy en día hay papás que son incluso igual o más involucrados en el cuidado de sus hijos. 

Muchas mujeres en medio de su embarazo siguen activas en su vida laboral, así como la exreina quien nos cuenta que  “ el rol de nosotras las madres ha cambiado mucho, seguimos siendo muy dedicadas a nuestros hijos, pero también como nos hemos vuelto mujeres tan independientes, tan dedicadas también a cumplir nuestros sueños, tenemos ahora de nuestro lado los hombres que son un gran apoyo, entonces creo que también son maravillosos cuidadores”.

 

10.No debemos cargar mucho a los bebés ya que se acostumbran 

Los bebés ya vienen acostumbrados al cuerpo de la madre, que es donde han vivido durante los nueve meses que dura la gestación. El bebé necesita contacto físico, sentirse seguro y cargarlo no sólo no tiene ninguna contraindicación, sino que es necesario. Pese a esto, muchos familiares, sobre todo las abuelas y los abuelos, siguen anclados en la creencia de que si los cargamos, luego no querrán su cuna. Nada más lejos de la realidad; a medida que el bebé va creciendo, poco a poco va ganando autonomía y tendrá un mundo por descubrir que llamará su atención más allá de nuestros brazos. 

Según la experiencia de Carolina, quien tuvo a sus dos hijos prematuros, mantenerlos en brazos fue la mejor solución en el cuidado: “Falso, falso de toda falsedad, yo cargue a mi primer hijo, a Matías y lo tuve en el pecho mucho tiempo, lo cargue muchísimo y se pasa a millón. Yo siempre le digo a las mamás que hagan lo que les dice el corazón, que no escuchen a terceras personas, nunca se van a malcriar por cargarlos todo lo que queramos porque, crecen muy rápido, el tiempo se pasa y ya después es imposible hacerlo. Ahora con mi hijo Salvador que ahora está sufriendo de pujo, lo que le da mas tranquilidad y lo que le genera mayor comodidad, es estar en brazos todo el tiempo. Verlo feliz me da felicidad a mí. Entonces difiero completamente de lo que dicen las personas, no es malcriar es amar”.



Información e imágenes: Prensa HENKEL

0 comentarios: