UN MUNDO CREADO ESPECIALMENTE PARA BELLA La personalidad singular de Bella Baxter requería la construcción de un mundo igualmente singular para que ella habitara. Es por eso que Lanthimos supo desde el comienzo que el mejor camino sería el de crear sets desde cero en lugar de filmar en locaciones, y que así se convirtieran en parte del entramado de la película. “No podía ser algo meramente realista. Tratamos de abrir la época e insertar elementos que aludiesen a otras épocas. Eso permite que sea más como un cuento de hadas o más metafórico. Así que hay varios elementos que son de ciencia ficción, anacrónicos o imaginarios”, describe el realizador. Con base en los estudios Origo de Budapest, se construyeron mundos completos, de escala épica, de Londres, París, Alejandría y Lisboa, así como un transatlántico y la casa de Godwin Baxter. Cada espacio se creó de forma extremadamente detallada, con múltiples objetos y recursos decorativos que los volvían auténticamente habitables. En combinación con los sets físicos, el equipo usó técnicas como fondos pintados a mano, proyecciones y pantallas LED. Desde el punto de vista del diseño de fotografía, Lanthimos optó por filmar las primeras partes de la película en blanco y negro. Cuando Bella emprende su recorrido por el mundo, se despliegan múltiples colores. “Usamos varias texturas, contrastes y colores que solamente se pueden lograr con diferentes tipos de película. Esto realzó la estética visual y la atmósfera de múltiples sets y escenas diferentes”, cuenta el director. |
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