Postobón comenzó la celebración de sus 120 años de fundación, tiempo en el cual se ha convertido en parte constitutiva de la vida de los colombianos, dejando una huella positiva en ellos, en sus familias, sus comunidades y en la sociedad.
La historia de la compañía comenzó el 11 de octubre de 1904, cuando Gabriel Posada, quien había estudiado química en Londres, y Valerio Tobón, un boticario de Guarne, se unieron para sacar adelante un emprendimiento, bajo el convencimiento de que los habitantes de la Villa de la Candelaria, una población en ese entonces de 58.000 personas, que hoy conocemos como Medellín, podrían disfrutar del sabor refrescante de una bebida que llamaron Kola Champaña, como se llamó la primera marca de la compañía.
Desde ese momento, la vocación de crecimiento de Postobón fue una constante gracias a marcas que deslumbraron a los colombianos como Agua Cristal, Bretaña, Freskola y, por supuesto, los sabores de Postobón. Su crecimiento también significó llegar a todos los rincones del país incluso a lomo de mula, creando una primera red de distribución que fue la base para la actual, que llega al 90% del territorio nacional.
Pero el verdadero potencial de Postobón llegó en la década del 50 de la mano del doctor Carlos Ardila Lülle, quien desde Gaseosas Lux vislumbró un futuro prometedor para la compañía, acompañado de su gran creación: la icónica Manzana, una bebida única en el mundo, con un color inigualable y un sabor auténtico.
Gaseosas Lux adquirió a Gaseosas Posada Tobón y Carlos Ardila Lülle asumió la presidencia de la compañía en 1968. Desde ese momento, con su visión avanzada y talante empresarial, hizo de esta compañía un ejemplo en la industria de cómo innovar, crecer y ganar, generando valor y desarrollo sostenible para la sociedad, haciendo de Postobón un elemento fundamental en la cultura popular del país y un bastión de progreso, desarrollando un mercado clave para la economía nacional al crear las categorías de bebidas y las marcas que más llegan al corazón.
Es innegable que Postobón ha sido el gran dinamizador del mercado de bebidas en Colombia y una empresa fundamental en el desarrollo de las regiones, generando empleo, promoviendo el comercio y llevando progreso a las comunidades. A diario, Postobón llega a más de 453.000 puntos de venta, de los cuales, el 74% son pequeñas tiendas y minimercados de barrio.
A esto se suma el aporte fiscal que hace a municipios, departamentos y a la Nación, además de su vínculo con miles de proveedores locales. Para la producción y distribución de bebidas cuenta con 71 centros de trabajo, de los cuales 18 son plantas de fabricación y 53 son centros de distribución y su equipo humano está conformado por más de 12.000 personas.
Postobón también ha sido clave en el apoyo al deporte, la cultura y la educación y ha participado en la creación de instituciones que dan cimiento a la sociedad civil como la ANDI, las cajas de compensación, universidades, hospitales y centros culturales. Pero, más allá de eso, ha demostrado que el sentido democrático tiene un valor superior, defendiendo las libertades y distribuyendo riqueza en la sociedad.
“La historia de Postobón es resultado del optimismo con el que enfrentamos cada uno de nuestros desafíos. Esto nos ha permitido tener un impacto significativo en la vida de millones de personas, no solo por las contribuciones económicas, sino también por nuestro firme compromiso con el desarrollo sostenible, enfocándonos en crear valor para todos nuestros grupos de interés. No en vano, el doctor Ardila Lülle decía: ‘Cuando Postobón avanza, toda Colombia lo hace’ ", expresó Miguel Fernando Escobar Penagos, presidente de Postobón. |
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