¿Cómo hacer propósitos realistas para retomar o adquirir hábitos saludables en 2020?


Año nuevo, vida nueva”, dice el popular refrán que motiva a las personas a mejorar los aspectos de su vida con los que no están conformes. Y es precisamente ese positivismo desmesurado, el que los lleva a no establecer objetivos claros que sean realizables y a no tener un plan de acción que le de respuesta a sus necesidades.

No es un secreto que durante los primeros meses del año los gimnasios reciben el mayor número de suscriptores y las sedes se llenan de gente dispuesta a cambiar su estilo de vida o a retomar sus rutinas saludables, las dietas se convierten en tendencias y el mundo fit se roba las miradas de todos. Sin embargo, es un común denominador que a los pocos meses muchos renuncien a su objetivo y se olviden de adoptar esa alimentación saludable que les permita perder o ganar el peso, iniciar la práctica de rutinas saludables y retomar la actividad física.

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Frente a este escenario, los expertos aseguran que quienes deciden cambiar de forma abrupta sus hábitos alimenticios y disminuir el consumo de calorías para bajar de peso de forma rápida, no persisten por mucho tiempo debido a las contraindicaciones que tiene este tipo de alimentación restrictiva. “Un buen primer paso es hacer una lista basada en sus necesidades reales y escribir los objetivos que espera alcanzar y los pasos que dará para llegar a ellos. La escritura ayuda no solo a organizar mejor las ideas, sino también a tomar conciencia de las mismas”, explica Clara Valderrama, integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife Nutrition, la marca número uno en la categoría de suplementos alimenticios en América Latina*.

Clara también entrega una serie de tips para establecer objetivos reales frente a los propósitos saludables del nuevo año:

     Identificar cuáles son las necesidades de cada persona  y hacerlo de forma objetiva.

     Establecer metas cortas y medibles que entre más sencillas sean, más fácil será alcanzarlas y aumentarlas de forma progresiva.

     Identificar los progresos, por más pequeños que sea, pues esto resulta altamente motivante.

     Retomar o establecer horarios de comidas y asegurarse de que las porciones sean pequeñas y se consuman a lo largo del día.

     Aumentar el consumo de frutas y verduras, mantenerse hidratado con bebidas sin calorías como el té, el agua y los zumos de fruta sin azúcar.

     Disminuir gradualmente el consumo de azúcar, grasas, harinas y bebidas alcohólicas.

“Definitivamente hay que tener cuidado con lo que se come o con el ejercicio que se hace día a día, porque, por ejemplo, al retirar abruptamente de nuestra dieta cierto tipo de alimentos, podemos generar más traumatismos en el organismo y esto se desencadena en enfermedades”, agrega Valderrama.

Cumplir los propósitos con los que se inicia un nuevo año, no debe ser una tarea difícil llena de sacrificios. La acción precede a la motivación, y no al revés, por lo que no hace falta esperar a sentirse lleno de energía y plenamente motivado para empezar una dieta de adelgazamiento o salir a correr, por ejemplo.

Información e imágenes: Prensa HERBALIFE

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