3 pasos para conocer tu tipo de piel
El cuidado de
la piel, la limpieza e hidratación deberían ser tu prioridad en la rutina de
belleza diaria, sin embargo, no siempre tenemos el tiempo que quisiéramos para
dedicarnos a cuidar nuestra piel de cara, cuello y manos. Es clave entender que todos somos diferentes,
que nuestras pieles requieren cuidados y productos adecuados a nuestro tipo,
color y textura de piel.
Los factores
que definen el tipo de piel tienen que ver con la carga genética que se tenga,
el lugar en el que se viva, el color, la producción de melanina, entre otros.
Para esto, es necesario tener claros tres factores claves: ¿qué tipo de piel
tengo?, ¿cuál es mi mayor preocupación en la piel?, y ¿cuál es mi estilo de
vida?
“Encontrar los
productos de cuidado de la piel adecuados a la necesidad de nuestra piel,
facilita que nuestra rutina de cuidado responda a las preguntas anteriores, con
esto creamos el hábito de cuidar nuestra cara, cuello y manos de manera
adecuada”, explica Diana Ibarra, Gerente de Educación de FOREO para LATAM.
Los consejos
para tener una piel saludable, consisten en: primero, realizar una limpieza
adecuada, luego mantener la hidratación, y tener un cuidado preventivo con el
uso de bloqueadores o pantallas solares de alto factor, con el cual se
garantice la protección de los rayos del sol. Los otros productos se pueden
adicionar con la identificación del tipo de piel.
La experta
explica que el dispositivo LUNA 3 cuenta con una versión para cada tipo de
piel: normal, sensible y grasa. Pues al retirar el 99.5% de grasas y suciedades,
permite que la limpieza se haga a profundidad, además elimina el 98.5% de
residuos de maquillaje.
Dentro de los
beneficios de estos dispositivos, está la posibilidad de sincronizarlo según
cada tipo de piel, pues con las intensidades sabes en qué lugar necesitas usar
las cerdas más gruesas o delgadas. Si la piel es grasa, puedes utilizar el
color menta/azul; si la piel es sensible, el color lila; o si la piel es normal,
el dispositivo ideal es el rosado.
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Por eso, FOREO,
la marca sueca líder en el desarrollo de dispositivos tecnológicos para el cuidado
de la piel, presenta consejos para cuidar los distintos tipos de piel según su
tono y su textura, pues todas brillan en su diferencia.
Pieles blancas
Suelen ser más
sensibles porque la piel es más delgada y cuentan con poca producción de
melanina, lo que facilita la irritación. Sin embargo, esto no es excluyente de
este tipo de piel. Pues el cuidado para evitar la irritación aplica para
cualquier tipo. Al ser más delgadas tienden a fracturarse más y a notarse más
las líneas de expresión, las arrugas y el envejecimiento de la piel. Así mismo,
el cuidado temprano de la piel, facilitará tener una piel saludable con el paso
de los años.
Pieles oscuras
Producen más
melanina, lo que permite tener la piel con una protección alta, siendo más
resistente a los rayos del sol o al medio ambiente. La piel es más gruesa y cuenta
con poros más largos, lo que facilita la producción de grasa, sin embargo, la
piel puede ser sensible e irritarse con el sol y el cambio de clima.
Tipos de piel
Piel grasa
La piel grasa se identifica por la
hiperproducción de sebo, a causa de la genética, los cambios y desequilibrios
hormonales, distintos medicamentos, situaciones de estrés o cosméticos que
irritan la piel. Suele tener los poros agrandados, claramente visibles, ser
brillante y contar con espinillas de cabeza blanca o negra.
Piel sensible
La
sensibilidad de la piel está relacionada a la contaminación, el estrés, la mala
alimentación, el sol y el uso de cosméticos inadecuados, además de la reacción
a los cambios climáticos como el frío o el sol. La limpieza adecuada y a profundidad y el uso
de productos dermatológicos son el factor diferencial para el cuidado de este tipo
de piel. Utilizar hidratantes, pantallas solares y mantener una rutina de
belleza adecuada, facilitarán tener la piel saludable en cualquier momento del
día.
Piel normal
La
piel normal suele tener los poros más finos. Cuenta con una buena circulación
sanguínea y tiene una textura suave y lisa. No tiende a ser sensible y su
apariencia es uniforme. A medida que envejece una persona con piel normal, su
piel llega a secarse más.
Información e imágenes: Prensa FOREO
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