¡Construyamos un futuro más verde, desde ya!


Las empresas, en especial las de servicios y comercio, que después de la pandemia no cambien sus comportamientos para ser más sostenibles, no aprendieron nada y si no fue en esta oportunidad que desaparecieron, se vendrá otra embestida de la naturaleza y será aún más difícil. 

Algunas de las lecciones que nos da la naturaleza sobre esta pandemia son claras: debemos pensar más local que global, disminuir nuestro consumo de bienes y servicios innecesarios, movernos menos y reducir nuestras emisiones. ¿Por qué pensar más local que global? Es importante resaltar que en la medida que se puedan conseguir los bienes más cerca a su destino final, se está fomentando la economía local, se disminuye la huella de carbono generada y al final todos seremos beneficiados por alcanzar de manera más sostenible lo que necesitamos. 



Muchos bienes y servicios tendrán que cambiar, no es lógico que después de darnos cuenta de que NO es necesario ir todos los días a la oficina, existan empresas que insistan, no solo en arriesgar a sus trabajadores y sus familias, sino que no entiendan que el mundo evolucionó muy rápido hacia la virtualidad y que quien no entre en esta nueva realidad pasará a ser menos competitivo que los demás. Esto por supuesto en empresas de servicios y comercio. 

Y es que tenemos costumbres difíciles de cambiar, pero la naturaleza nos llama la atención, nos dice que se debe hacer una reflexión sobre nuestra manera de vivir, NO podemos, NI debemos, seguir como si nada hubiera pasado. Debemos fomentar que las personas trabajen desde sus casas, cerca de sus familias, especialmente quienes tienen hijos, disminuyendo así sus consumos y emisiones por desplazamiento y otras actividades generadoras. 

Creo que la revolución de la que nos habla Peter Senge ha llegado, es necesario que “aprovechemos” lo que nos deja la pandemia para modificar nuestra manera de hacer todo. 

Debemos buscar la innovación hacia la sostenibilidad, cambiar nuestras inversiones hacia cosas diferentes a ladrillos, en especial lo que tiene que ver con oficinas y locales comerciales, muchas compañías ya salieron de sus oficinas 100%, otras están en el proceso. Lo que sí es cierto es que cambiaron los espacios y necesidades de las empresas de servicios y muchos comercios. Por esto invertir en el campo, en proyectos de prosperidad climática como El Proyecto CRECER que le permite a cualquier persona del mundo realizar inversiones forestales con un modelo de fiducia aprobado por la Superintendencia Financiera, es tan importante, pero sobre todo necesario y pertinente. ¡Construyamos un futuro más verde, desde ya! 


Por
Mauricio Rodriguez Castro 
Presidente de CO2CERO

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