BLOOM: la Academia colombiana de educación menstrual desmiente los mitos sobre el uso de la copa
El Día de la Higiene Menstrual busca crear conciencia sobre las barreras existentes y promover una conversación abierta acerca de la menstruación. Cada 28 de mayo se celebra esta conmemoración con el objetivo de combatir los tabúes y la falta de educación que aún persisten en torno a este tema. Según Unicef, sólo el 16% de las niñas y mujeres adolescentes cuentan con conocimientos precisos sobre la menstruación.
En el marco de la conmemoración, BLOOM, una Academia colombiana de educación menstrual reitera la importancia de que las mujeres estén debidamente informadas sobre su menstruación y dispongan de productos saludables para sus cuerpos. Según la Academia, en una encuesta realizada a más de 500 mujeres en Colombia, se encontró que el 18% cree que si tienen sexo durante su periodo no quedán embarazadas lo que evidencia desinformación y un alto riesgo de embarazos no deseados.
Dentro de la Academia BLOOM se realizan talleres educativos sobre Derechos Sexuales, Menstruales y Reproductivos que se enfocan en romper tabúes sobre el cuerpo femenino, reducir las desigualdades de género, acabar con círculos de pobreza y promover prácticas sostenibles para cuidar el medio ambiente. El objetivo es lograr que las personas tomen decisiones conscientes con respecto a su cuerpo, su salud y el planeta. Por ello el programa se compone de elementos como talleres experienciales, Productos sostenibles de gestión menstrual y reportes de investigaciones sobre estos temas.
A lo largo de sus cinco años de existencia, la Academia BLOOM ha encontrado diversos mitos que rodean el uso de la copa menstrual, obstaculizando a las mujeres en su decisión de utilizar este producto. Entre los más comunes, se encuentran afirmaciones como que la copa no es higiénica, agranda la vagina, causa dolor durante su uso o que resulta complicado cambiarla en baños públicos. Frente a estos mitos, Laura Restrepo, fundadora de BLOOM, proporciona explicaciones que permiten a las mujeres adquirir un conocimiento preciso sobre el uso de estos productos sostenibles, fomentando así una mayor toma de decisiones informadas.
Cuatro mitos sobre la copa menstrual
Uno de los principales mitos es la posibilidad de que el uso de la copa menstrual genere infecciones en el tracto vaginal. Sin embargo, siempre y cuando se sigan las pautas de esterilización e higiene adecuadas, el uso correcto de la copa no conlleva un riesgo de infecciones, por el contrario disminuyen las posibilidades de contraer infecciones.
“Las copas menstruales no contienen químicos como las toallas o los tampones, lo que permite que el pH de la vagina se mantenga equilibrado, ayudando así a prevenir las infecciones. A diferencia de los tampones que tienen tóxicos que alteran el PH y absorben el flujo menstrual y la flora vaginal, las copas menstruales BLOOM están fabricadas de silicona médica hipoalergénica y simplemente recogen el flujo, preservando las bacterias beneficiosas que protegen la vulva y la vagina” afirma Laura Restrepo.
Otro mito común es que la copa menstrual puede agrandar la vagina, sin embargo, de acuerdo con explicaciones de la experta, sus paredes están diseñadas para acomodarse a diferentes cuerpos, desde un objeto pequeño hasta el paso del bebé durante el parto. Por lo tanto, el tamaño de la copa menstrual no representa un problema para la vagina.
Es decir que cuando se introduce una copa menstrual correctamente, las paredes vaginales se adaptan perfectamente a su tamaño y forma, permitiendo que el producto se ajuste de manera cómoda y segura, sin causar ninguna molestia ni sensación de incomodidad.
“La copa va ubicada entre 1 y 2 cm de la entrada de la vagina, a diferencia del tampón que va hasta el fondo del canal vaginal tocando el cérvix y generando una sensación de inflamación que en algunas mujeres se traduce a cólicos”, sostiene Restrepo frente a los mitos sobre que las copas generan sensación de molestia.
Finalmente, en la Academia identificaron que existe una preocupación constante frente al panorama de cambiar la copa en baños públicos, por la falta de higiene o el miedo a mancharse. Ante esto la fundadora de BLOOM expone que si bien no es común la situación debido a que la capacidad de la copa es de hasta 12 horas “igual es muy fácil hacerlo, la persona debe lavarse las manos, tener una botellita de agua, sacar la copa en el cubículo, desocupar los fluidos en el inodoro, lavarla con agua de la botella y volverla a poner. Luego en un baño más privado se vuelve a sacar para poder lavarla con jabón”.
Dentro de la iniciativa de que las mujeres tomen decisiones informadas durante su menstruación, la Academia también hace advertencias sobre los casos en los cuales no se recomienda hacer uso de la copa. Según BLOOM es mejor evitar el uso de este producto cuando la mujer tiene vaginitis, endometriosis en el canal vaginal o alguna condición médica específica que haga que su uso sea incómodo; si ha tenido un parto natural recientemente también debe esperar algunos meses antes de usarla o si el canal vaginal es más corto que el tamaño de la copa, caso para el cual existen otras alternativas como el disco menstrual.
Información e imágenes: Prensa BLOOM
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